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“En mi tierra yo me siento como un rey. Un rey pobre, pero al fin y al cabo rey”.
-Jorge Velosa
Apenas se entra a El Cebollero se siente un ambiente cálido, quizá hogareño, donde se mezclan la buena música y la decoración vintage con las tradiciones que por años han rodeado a los campesinos colombianos.
Ubicado en Chapinero Alto, este restaurante trata de recuperar los ingredientes frescos del campo, el hot dog tradicional (sin olvidar al público vegetariano) y el conocimiento culinario de las abuelas a través de las tapas y las salchichas artesanales. Según relató el dueño y fundador, Andrés Nieto, El Cebollero nació de la idea de cinco amigos en un paseo de flota hacia Villa de Leyva, de los cuales quedan dos como socios: un publicista (Michael) y él, que es chef.
Así como en Ratatouille, de Pixar, El Cebollero busca retomar los sabores que conforman nuestra infancia, como las comidas de la abuela o los platos típicos colombianos. Esto se nota en una carta diversa que cambia cada cinco meses, con materias primas como tubérculos y verduras. Muchos restaurantes usan productos importados, pero el restaurante de Andrés y Michael sólo usa productos colombianos ya que, según ellos, al apoyar al campesino, se impulsa al país.
Por eso, es recomendable que nuestros lectores no se vayan a impresionar cuando vean que les sirven arracacha frita o papa criolla frita con cáscara. En El Cebollero todo es fresco, como la espontaneidad que tienen sus meseros y administradores. Un letrero en la entrada del restaurante anuncia que “cuando se entra a El Cebollero, se entra al campo”; otros dentro del local anuncian que los platos están hechos con 50% ingredientes naturales y con 50% amor.
Entre los múltiples platos que Bogastronomy degustó, los mejores fueron la Crema de la Temporada y el Villa de Leyva, hecho con pollo y tocineta con salsa puerro. Esta combinación hace que el plato tenga un sabor fuerte que perdura en el paladar después de que éste pasa por la boca. Pero si usted desea un sabor más suave y una textura más chiclosa, le recomendamos probar el Cota (salchicha de pescado con alcaparras acompañado con berenjenas atomatadas) o el Suesca (salchicha de cerdo marinada en paprika y cerveza acompañada con hummus).
Lo más interesante de esta serie de visitas al restaurante fueron los aderezos: lo que muchos considerarían lo menos importante de un plato fue lo que más comunicó el espíritu de El Cebollero: fresco, simple y delicioso. Como dirían algunos cantantes vallenatos: con olor a ganado.
Los aderezos que siempre lo recibirán son:
1. Chimichurri.
2. Mostaza (que en la opinión del autor fue el mejor aderezo).
3. Cebolla ocañera.
4. Rábano.
5. Chipotle.
6. Pimentón.
Y ni hablar de los jugos: maravillosas combinaciones entre sabores poco usuales. Los recomendados son los jugos de maracuyá con mango, y fresa con mandarina; pero en caso de que el amable lector desee rememorar con el paladar una parrillada, le insistimos que no dude en pedir las cervezas importadas del menú.
El horario del restaurante es de lunes a jueves, desde las 12:00 pm hasta las 8:00 pm, y los viernes y sábados desde el mediodía hasta las 10:00 pm. La dirección es Calle 58 #3A -17.
Y si va, no olvide tocar la campana a la salida…
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